Mis demonios (el poema, extracto de la novela "Mis demonios")
¿Cómo se desnuda el alma?
¿Cómo se vive el sentimiento?
¿Cómo se descubre el misterio del ser yo?
Dolor, pasión, amor.
Sufrimiento eterno ante el yugo del sentimiento intruso.
Las llamas que queman y la música que sana.
Música de lo que vivo,
música de lo que muero,
música de lo que fui,
música de lo que soy,
música de lo que seré.
Los demonios y los monstruos del pasado,
los tormentos del presente,
la incertidumbre y la esperanza del futuro.
La esperanza que camina con tacones,
con los labios rojos y cabeza en alto.
Me llevo un sinfín de recuerdos conmigo,
los llevo como una joroba a mis espaldas.
Se sienten pesados a ratos,
se sienten ajenos a ratos.
A lo mejor no es la carga pesada,
a lo mejor es una jaula.
Una jaula llena de aves.
Las aves de colores de mis recuerdos.
Mi pasado está lleno de colores.
No es gris.
No hay dragones allí.
Han desaparecido los demonios.
Solo quedan las aves de colores de arcoíris,
y la música.
Las notas se convierten en pájaros,
los pájaros se convierten en notas.
No tengo conciencia de lo que pasa.
Solo siento que floto,
floto despreocupada hacia el futuro.
Los sentimientos son mis amigos.
Quiero sentirlos todos.
No hay buenos ni malos.
Los quiero todos y los amparo todos.
Me llevan y me traen,
me tiran y me levantan,
me ahogan y me reviven,
me susurran y me gritan,
me asustan y me explotan,
me duermen y me despiertan.
Entran y salen de mi cuerpo como si nada,
como si ellos fueran los dueños.
No soy la dueña de ellos,
pero ellos me pertenecen.
Nos vamos juntos al futuro.
Siempre juntos:
Yo y mis eternos tormentos.